BIG DATA: EL NUEVO ORO DE LA AUDITORÍA

BIG DATA: EL NUEVO ORO DE LA AUDITORÍA

En la actualidad, el término "big data" se ha convertido en una parte integral de la mayoría de los sectores empresariales incluida la auditoría como no podía ser de otra forma. El big data se refiere a grandes conjuntos de datos que se generan en diferentes sistemas y plataformas. Estos datos pueden ser estructurados o no estructurados y pueden incluir información de clientes, proveedores, transacciones financieras entre otros muchos campos. La auditoría de big data implica el uso de técnicas avanzadas de análisis de datos para examinar y evaluar estos grandes conjuntos de datos.

El objetivo de la auditoría de big data es identificar patrones y tendencias en los datos para detectar posibles fraudes y errores, así como para mejorar la eficiencia y eficacia del proceso de auditoría y también puede ayudar a las empresas a identificar nuevas oportunidades de negocio y a mejorar la toma de decisiones.

Una de las ventajas es que nos permite a los auditores examinar grandes volúmenes de datos de una manera muy rápida y eficiente. Los auditores podemos utilizar herramientas de análisis de datos, como el aprendizaje automático y la minería de datos y así identificar por ejemplo patrones y anomalías en los datos. Esto puede ahorrar tiempo y recursos en comparación con los métodos tradicionales de auditoría.

Otra ventaja de incluir el big data como estrategia de auditoría es que puede ayudar a los auditores a detectar fraudes y errores que de otra manera podrían haber pasado desapercibidos. Los datos pueden ser analizados para detectar patrones inusuales o para identificar transacciones sospechosas. Los auditores también podemos utilizar el análisis de texto y el procesamiento del lenguaje natural para examinar correos electrónicos y otros documentos en busca de evidencia de fraude.

Sin embargo, la estrategia de auditoría de big data también presenta desafíos. En primer lugar, los auditores debemos tener las habilidades técnicas necesarias para manejar grandes conjuntos de datos y utilizar herramientas en algunos casos complejas de análisis de datos. Además, los auditores debemos tener un conocimiento profundo del negocio y de los procesos de la empresa para poder interpretar los resultados correctamente.

Otro desafío es la calidad de los datos. Los datos pueden ser incompletos o incorrectos, lo que puede afectar la precisión de las conclusiones de los resultados de la auditoría. Los auditores debemos asegurarnos de que los datos que estamos analizando sean precisos y estén completos. Este es quizás el principal problema existente en el sector, la forma de obtener los datos de empresas de diversos sectores y fuentes puede suponer un hándicap a la hora de abordar el proceso de integración en la estrategia de auditoría para las firmas. Además de ello, muchas empresas no tienen tanta predisposición a compartir sus datos.

Para superar estos desafíos, las empresas y los auditores pueden seguir algunos pasos clave al llevar a cabo una auditoría usando técnicas de big data. En primer lugar, es importante establecer objetivos claros para la auditoría y determinar qué datos son relevantes para esos objetivos. Los auditores debemos también colaborar con el equipo de IT para asegurarse de que los datos se recolecten y almacenen correctamente. La fiabilidad de los datos obtenidos es quizás el proceso más importante, si no existe una fiabilidad de datos y una comprobación de esa fiabilidad las conclusiones que podemos obtener pueden ser erróneas.

Otro paso clave es utilizar herramientas de análisis de datos para examinar los datos y detectar patrones y tendencias. Los auditores debemos tener la capacidad de utilizar estas herramientas de manera efectiva y comprender los resultados de los análisis. También es importante que se verifique la calidad de los datos y realicen pruebas para asegurarse de que los resultados sean precisos.

En resumen, el big data ha tenido y va a tener un impacto muy significativo en la estrategia de auditoría, este hecho ha llevado al desarrollo de nuevas herramientas y enfoques que nos permiten a los auditores que gestionemos y analicemos eficazmente conjuntos de datos grandes y complejos. La atención se centra ahora en la calidad de los datos, la auditoría automatizada, el análisis de datos y la auditoría continua para mejorar la eficiencia y la eficacia del proceso de auditoría.