TRANSICIÓN ENERGÉTICA: EL POTENCIAL DE ESPAÑA EN EL SECTOR DEL BIOMETANO Y LA FINANCIACIÓN DE LAS IN

TRANSICIÓN ENERGÉTICA: EL POTENCIAL DE ESPAÑA EN EL SECTOR DEL BIOMETANO Y LA FINANCIACIÓN DE LAS IN

El Marco Europeo sobre Clima y Energía para 2030 identifica los Gases Renovables y la Economía Circular como dos ejes fundamentales del crecimiento económico, la sostenibilidad y la reducción de la dependencia energética. De esta manera, los gases renovables - biogás, biometano, gas sintético e hidrógeno verde - tienen un papel clave en el proceso de descarbonización ya que, contribuyen a la reducción de emisiones de metano y de CO2, y constituyen el vector energético que más contribuye a la economía circular. Lo anterior debido a que se generan a partir de residuos – restos de biomasa, residuo orgánico animal, humano o industrial - (o exceso de electricidad renovable) y se destinan a todo tipo de usos – autoconsumo, producción directa de calor y electricidad (cogeneración), inyección a la red de gas existente, almacenamiento, … - y en todo tipo de sectores – transporte, industria, edificación, generación, almacenamiento, … -.

Todo ello, en mayor medida, si cabe, en el contexto actual de aumento del coste de la energía y de tensiones internacionales, donde la Comisión Europea pretende reducir drásticamente las importaciones europeas de combustibles fósiles procedentes de Rusia mucho antes de 2030, lo que ha quedado plasmado en el Plan REPowerEU.

En concreto, en la generación de Biometano - gas este último con una composición prácticamente idéntica a la del gas natural y que se obtiene por depuración del biogás o por el lavado del gas de síntesis -, la Unión Europea reconoce a España como tercer país con mayor potencial, después de Francia y Alemania, considerándola como una tecnología madura y competitiva.

Aunque el Gobierno ha establecido en la hoja de ruta del Biogás publicada el pasado mes de marzo, como objetivo mínimo de biogás 10,41Twh en 2030, la Asociación Española de Gas (Sedigas) considera que es posible alcanzar un objetivo más ambicioso, próximo al 10% de la demanda de gas natural (38Twh de Biometano), a la altura de otros países como Francia.

Actualmente España cuenta con una infraestructura gasista de más de 100.000 kilómetros de red de transporte y distribución ya preparados para la circulación de gases renovables, y si bien únicamente 5 instalaciones producen actualmente biometano y lo inyectan en la red, existen multitud de instalaciones generadoras de biogás – plantas de tratamiento de residuos urbanos, depuradoras, vertederos, residuos ganaderos, agrícolas, industriales, … -, y que necesitarán inversiones de upgrading para la producción de biometano a gran escala.

 
Fuente: Gasman/ @Erenovables

Si se comparan las cifras de España con otros países como Francia y Alemania, se puede observar que queda mucho por hacer. Europa cuenta con 1.023 plantas Biometano según el Mapa del Biometano (Edición 2022) publicado por The European Biogas Association (EBA) y Gas Infrastructure Europe (GIE), de las cuales 337 pertenecen a Francia y 242 a Alemania (con un tamaño medio de las instalaciones alemanas considerablemente mayor al tamaño medio del parque francés).

De esta manera, todo hace prever un número de proyectos cada vez más elevado para los próximos años. De acuerdo a GASNAM, se espera 64 plantas de Biometano estén ya en explotación para 2024, las cuales generarán una potencia de 2.077 Gwh/año.

Sin tratarse de proyectos de tecnología excesivamente compleja, se precisa de inversiones que ofrezcan ciertas garantías de rentabilidad en niveles razonables para sus inversores, así como la participación de los generadores de residuos y/o biogás, por lo que las necesidades de inversión y crecimiento anteriormente expuestas, hacen necesario plantear alternativas de financiación eficientes que permitan poner en marcha la maquinaria para impulsar el incremento de los objetivos de producción de Biometano en nuestro país.

La inversión de este tipo de proyectos no está al alcance de todos (por ejemplo, en el sector agropecuario, cuyos márgenes se están viendo afectados en los últimos tiempos), y además su relativa novedad en el mercado español junto el tamaño diverso de las inversiones necesarias, puede suponer una barrera a la hora de invertir en este tipo de proyectos, por ello se hace necesario considerar fórmulas exitosas a nivel internacional como la Financiación Estructurada o de tipo Project Finance sin recurso o con recurso limitado.

Estas fórmulas de financiación permiten aislar estas inversiones, los riesgos y los retornos, del negocio principal en una Sociedad Vehículo del Proyecto (SPV o NEWco), al igual que facilitar elevados apalancamientos, y por lo tanto, minimización del equity / fondos propios necesarios, junto la participación de inversores diversos – tecnólogos, financieros y/o industriales -, y largos plazos de amortización en línea de la vida útil de las instalaciones. Asimismo, suponen un coste financiero muy ajustado y son sin recurso a sus accionistas (o con recurso muy limitado), por el análisis exhaustivo – Due Diligence técnica, legal, de riesgos, financiera, fiscal, de seguros, etc. – del proyecto que hace el prestamista - única garantía con la que cuenta el financiador en último término -.

No obstante lo anterior, una posible problemática para la aplicación de estas fórmulas de financiación estructurada o de tipo Project Finance a estos proyectos podría venir del tamaño de los mismos en términos de CAPEX, estando en muchos casos, individualmente, por debajo de los volúmenes mínimos requeridos por la banca tradicional para la estructuración de este tipo de fórmulas de financiación. Lo anterior, por ejemplo, en la medida que tradicionalmente, se ha considerado que la aplicación de estas fórmulas de financiación estructurada o de tipo Project Finance, necesitan de un tamaño mínimo para diluir los costes de Due Diligence, y el tiempo y recursos que son necesarios aplicar por parte de las entidades financieras, normalmente más habituada a la financiación estructurada de grandes plantas de energía y/o proyectos de infraestructura.

Sin embargo, en los últimos años, se ha producido una mayor diversificación en los proveedores de este tipo de financiación, con la irrupción de fondos de deuda especializados en transición energética, que precisamente buscan paliar este tipo de financing gaps que existían previamente. Estos fondos de deuda, muy activos a nivel internacional, ya se han demostrado exitosos en España, por ejemplo, para la financiación agregada de proyectos de autoconsumo, y pueden jugar un papel también relevante en la financiación de esta nueva ola de proyectos de biometano de tamaño diverso. Igualmente, los mismos se caracterizan por su alta flexibilidad y una cierta menor aversión al riesgo que la banca tradicional, pudiendo actuar como locomotoras en la financiación de este tipo de proyectos, de alguna manera, relativamente novedosos en España.

En todo caso, para una estructuración óptima de la financiación:

  • Habrá que analizar la fuente de suministro de residuos y/o biogás, y su participación en el proyecto, las fórmulas de venta del biometano producido por este tipo de plantas – merchant, autoconsumo, cogeneración, PPA físico, PPA financiero, … -, así como los partícipes y stakeholders, tanto en términos de solvencia técnica y financiera, como en su contribución al proyecto.

  • Identificar, evaluar y mitigar los riesgos asociados al periodo de construcción y de explotación, y por tanto, determinar cómo afectan los riesgos a los distintos partícipes, incluidos los prestamistas, así como un análisis detallado de la capacidad de generar flujos de caja a lo largo de su vida útil, tanto en el escenario base, como bajo determinados supuestos de sensibilidad.

  • Identificar y evaluar la fórmula de financiación óptima para el proyecto (o cartera de proyectos) de entre las disponibles en los mercados financieros, mediante un amplio contraste con entidades financieras, fondos de deuda e inversores.  

  • A nivel jurídico definir la estructura de garantías, siendo habitual en este tipo de financiaciones sin recurso, tanto la pignoración de las acciones de la Sociedad Vehículo del Proyecto (SPV), como la promesa de prenda sin desplazamiento o hipoteca mobiliaria de los activos actuales y futuros de la SPV, y la prenda de los derechos de crédito derivados de los contratos de proyecto (contrato de suministro, PPA, EPC, O&M, pólizas de seguro, etc.)

El acceso a este tipo de fórmulas de financiación estructurada eficientes, que se han demostrado exitosas para la financiación de proyectos de otros sectores de inversión en transición energética, tanto a nivel nacional como internacional, junto con las ayudas parciales a la inversión que se están implementando a través de los Fondos Next Generation EU y otros programas europeos (FEDER), así como las facilidades que se puedan otorgar por parte de las autoridades locales para su instalación, y la reciente aprobación del sistema de Garantías de Origen para los Gases Renovables, son todo medidas que sin duda permitirán avanzar hacia la consecución de los objetivos marcados en Gases Renovables, y específicamente en materia de Biometano, de acuerdo al potencial de la economía española.