LA INCERTIDUMBRE ECONÓMICA FRENA LAS OPERACIONES CORPORATIVAS

LA INCERTIDUMBRE ECONÓMICA FRENA LAS OPERACIONES CORPORATIVAS

El mercado de fusiones y adquisiciones se enfrenta a su mayor reto desde la crisis financiera del 2008. La alta incertidumbre económica generada por la elevada inflación, la recesión de la economía, el aumento de los tipos de interés, la crisis energética que ha desembocado por la guerra entre Rusia y Ucrania y han puesto fin al récord histórico de transacciones que se cerraron en 2021 cayendo tanto en valor como en volumen de operaciones.

El Banco Central Europeo (BCE) ha subido los tipos de interés cuatro veces en el 2022, siendo la última subida de 50 puntos básicos, situándose en 2,50% a partir de diciembre, con el objetivo de enfriar la economía para aplacar la inflación descontrolada. El primer impacto de esta medida ha conllevado la subida del Euribor situándose entorno al 3%. Asimismo, la inflación de la zona euro se sitúa en aproximadamente el 10%, si bien la inflación en España fue inferior situándose la tasa media del año en 5,7%, cifra que marca la inflación más alta en los últimos 35 años.

El endurecimiento de la política monetaria y la lucha por devolver la inflación a niveles del 2% está encareciendo la financiación de las operaciones. La falta de visibilidad sobre el futuro de la economía genera gran incertidumbre y una disminución del nivel de confianza de los inversores. Estos condicionantes representan los grandes frenos para las operaciones corporativas que se han quedado estancadas en todo tipo de sectores e incluso la situación ha llevado a numerosas empresas a suspender sus planes de salida a Bolsa.

Hay apetito y liquidez, pero no a los precios actuales ya que existe una brecha entre la valoración a la que están dispuestos a pagar los compradores y a la que aspiran los vendedores, ya que las expectativas de precio de éstos siguen ancladas en los precios que se pagaron en 2021 e inicios de 2022.

No obstante, pese a todos los factores mencionados anteriormente, el nivel de actividad de las transacciones corporativas durante el año 2022 ha sido muy cercano al registrado con anterioridad a la pandemia, a pesar de la desaceleración en relación con el ritmo frenético de 2021 y la tendencia a la baja a lo largo del año pasado.

Según datos de Mergermarket, en el 2022 el volumen global de transacciones se situó en torno a 35.000 operaciones con un valor total de 3,6tn de dólares (USD). Aunque ha seguido estando activo, el mercado de fusiones y adquisiciones se enfrió considerablemente en 2022 comparado con el año 2021, en que el volumen de transacciones disminuyó un 22% así como el valor de las transacciones que cayó aproximadamente un 39%.

Asimismo, tanto en el primer como el segundo semestre 2022, el valor de las transacciones se desplomó en un 40% de 2,256tn de dólares en el primer semestre de 2022 a 1,364tn de dólares en el segundo semestre de 2022 así como el número de transacciones que cayeron un 33,5% (14.369), representando el segundo semestre el de menor actividad desde 2003.

Los sectores más activos de 2022 y en 2021 fueron la tecnología (especialmente software y servicios de Internet), la energía (principalmente petróleo y gas) y “healthcare” (liderada por la industria farmacéutica y la biotecnología). Otros sectores activos fueron los servicios financieros, sector inmobiliario e infraestructura.

En estos tiempos de incertidumbre económica y encarecimiento de la deuda, el ritmo de materialización de las operaciones corporativas continuará ralentizándose como mínimo hasta mediados de 2023. Toca esperar un tiempo prudente, las nuevas oportunidades llegarán en cuanto se despeje el contexto inflacionista actual, la brecha entre la expectativa de precio de compradores y vendedores terminará por estabilizarse y se podrán cerrar transacciones atractivas y rentables.